Teoría de la estructuración del psiquismo

Pintura de Pablo Picasso

Mundo o Grupo Interno en Enrique Pichon-Riviere. Síntesis y antecedentes del concepto.

La intención de sintetizar los contenidos de la materia en el inicio de la misma es proporcionar de entrada un material que sirva como guia de lectura de los textos que a lo largo de la cursada se irán desplegando y viendo en profundidad. La intención de sintetizar los contenidos de la materia en el inicio de la misma es proporcionar de entrada un material que sirva como guia de lectura de los textos que a lo largo de la cursada se irán desplegando y viendo en profundidad.

Comenzaré  por el desarrollo de las ideas de las fuentes conceptuales de la idea de grupo interno o mundo interno en Pichon-Rivière, teniendo en cuenta las continuidades y discontinuidades que él establece con las mismas.

Freud trabaja la noción de mundo interior en un artículo que se llama Esquema de Psicoanálisis. De allí señalaremos 3 ideas que desde nuestro punto de vista son  especialmente importantes. La  primera refiere a  que la existencia de figuras en el interior del psiquismo es producto de figuras que operaron primero externamente. Freud refiere esta concepción respecto de la constitución del Superyó. Otra idea muy importante es que ese proceso de internalización es un proceso en el cual lo internalizado sufre transformaciones ya que se realiza  desde las fantasías del sujeto;  Freud dice particularmente las fantasías vinculadas a la situación edípica.  Es por eso que un papá medianamente normal puede ser  internalizado como un papá severo, castigador, crítico, porque es un papá que está visualizado por el niño como prohibidor de un deseo erótico hacia la mamá en el caso del complejo de edipo.  Resumiendo las tres ideas es que el objeto opera primero desde  el exterior, que luego  pasa – via internalización-  a operar desde  el mundo interno, y que en ese pasaje hay una transformación, es decir que la inscripción no es especular, lineal o mecánica. Estos  tres rasgos de la incorporación de esas figuras que son los padres son estudiados por Freud al estudiar la forma en como se constituye el mundo interior.

Es pertinente señalar que  la idea de aparato psíquico con sus instancias – yo, superyó, ello- es una idea que no se conserva en el pensamiento de Pichon Rivière, sí esta idea de mundo interior configurado sobre la base del mundo externo. Pichon deja de hablar de aparato psíquico en la década del 40 y pasa a hablar de mundo interno.

Joan Rivière, a quien abordaremos luego,  como otra de las fuentes, poner  justamente el acento en la  fantasía de contener personajes internos. Hace referencia a esta idea de que lo que existe en el mundo interno son inscripción de personas y situaciones con personas, y eso aporta a una cuestión muy central a la idea de mundo interno de Pichon, que no son instancias o abstracciones lo que está internalizado sino que son representación concreta de personas. Joan Rivière nos aporta  un camino de abordaje de ciertos obstáculos epistemológicos y epistemofílicos vinculados a la aceptación de contener a otros en nuestro interior. Este reconocimiento es psicológicamente difícil ya que operan resistencias y defensas. Sucede algo similar al reconocimiento de la existencia de  procesos mentales inconcientes.

Susan Isaacs tiene el mérito de  sistematizar la teoría kleiniana (Escuela Inglesa) respecto de la cuestion del mundo interno.  Establece interesantes interrelaciones entre el pensamiento racional y el pensar con fantasías. Plantea ideas que implican una concepción historica del  desarrollo de ese mundo interno:  la continuidad genética. Dice  que el mundo interno es un mundo poblado de fantasías, de que el  contenido primario del mundo interno es jústamente  la fantasía. Isaacs  plantea una noción con la que  Pichon Rivière polemizará fuertemente: la idea de que  la fantasía inconciente es el correlato mental del instinto, idea que será rechazada por Pichon Riviere por idealista y esencialista.  Tengamos en cuenta que si el instinto viene dado, y la fantasía es el correlato mental del ese instinto, habría contenidos o representaciones previos a la relación con el mundo, a la relación con el otro, al vínculo, idea que rechaza de plano en función de que rechaza todo planteo innatista.

De Klein veremos la noción de personalización, la idea de que el mundo interno se exterioriza, se dramatiza ó se actúa en el mundo externo. También la cuestión de concebir el mundo interno como un mundo  en cierto sentido «loco»,  gobernado por cuestiones muy primarias. Podríamos  pensar que en Klein está puesto en la idea de mundo interno muchas de las características que en Freud va a tener la idea de inconciente.  El mundo interno tendría el lugar de la alteridad, lo que no gobernamos, lo que nos hace  malas pasadas, lo que nos presenta momentos imprevistos, inquietantes, extraños.

De George Helbert Mead lo que le va a interesar a Pichon es la idea que los otros reales van a tener un papel determinante en la configuración de la estructura del mundo interno. En el psicoanálisis si bien es reconocido el papel del otro y del vínculo en la configuración del mundo interno  como relevante y significativo se afirmará que es el aspecto subjetivo el predominante. Es decir que al psicoanálisis le importará cómo interpreta el sujeto su realidad en función de sus fantasías inconscientes y en mucha menor medida el papel que  lo real tiene en la configuración de esa misma subjetividad.  Por eso dice Pichon que el psicoanálisis a lo máximo que llega es a plantear una concepción relacional del sujeto pero no puede  establecer las premisas adecuadas respecto de la investigación psicológica:  al sujeto en su carácter de productor y producido en una praxis social. Es por este motivo que, comenta Ana Quiroga, Pichon se entusiasmó mucho con el pensamiento de George Helbert Mead. Mead planteaba cosas que coinciden con lo que Pichon observaba respecto de la eficacia de las relaciones reales, objetivas en la configuración de lo subjetivo. Otra  la idea que aporta es la  de rol, la idea de que esa internalización de lo real  es una internalización una estructura de roles sociales. La socialización se produce cuando el sujeto adopta, progresivamente, el rol del otro.  Estas son ideas que van a ser retomadas por  Pichon Rivière y que  mantendrá hasta el final de su obra. Pichon dirá que todo aprendizaje implica un aprendizaje de roles y que en el mundo interno  estarán inscriptos tanto los  objetos y  vínculos, los objetos del hábitat, como los roles. Pichon Rivière retoma la idea de Mead pero introduce una diferencia cuando dice que la internalización no es una internalización de otros abstractos como en Mead, que no es sólo una especie de internalización de funciones sociales, sino que es una internalización concreta de personajes. A la vez Mead no pone el suficiente acento en lo que Pichon-Riviere denominará pasaje fantaseado del afuera al adentro.

La idea de Mead es diferente en este punto a la de Jacobo L. Moreno, el fundador del psicodrama, para quien había que desprenderse de los roles ya que los roles son lo que impedirían la espontaneidad de la persona y en ese sentido rol es antagónico de persona, el rol ahoga la persona. En Pichon Riviere lo sano es la flexibilidad de roles y la forma personal de asumir los mismos pero el rol  no implica en sí mismo una limitación a la persona sino la única forma de expresión de lo humano. El rol que habría que evitar es el rol indadecuado ó rígido ó estereotipado.  Veremos un texto de Ronald Laing que expresa un pensamiento muy similar al de Pichon-Riviere. En Laing lo que se internaliza es  una red de relaciones que denomina «familia». La «familia»  es el  producto de la internalización de la familia real.  Es decir que la familia objetiva es el punto de partida de una internalización por la que se conforma la familia subjetiva; un conjunto de relaciones externas pasa a ser un conjunto de relaciones internas, que a su vez tiene un movimiento interno propio, que es lo que  va a determinar la estructura de la fantasía, me refiero al movimiento de esos personajes de la escena interna o de la estructura internalizada. Es  una idea similar a la de Pichon Rivière en lo que hace a la significación que le da a la realidad externa y objetiva. Laing  dice que no sólo hay que estudiar las familias interiorizadas, sino que hay que estudiar también las familias reales. Encuentra el origen de los argumentos recurrentes internos en la dinámica familiar real. Por ejemplo la sensación de ser una pelota de tenis que va y viene es un registro interno, subjetivo que se corresponde a una dinámica familiar real, a una interacción efectiva.   Antes de ir a la definición de Pichon-Rivere quisiera que ubiquemos la relación que hay entre mundo interno y conducta. Voy a leer la definición de conducta que dice que es “el conjunto de operaciones materiales y simbólicas por las que un sujeto en situación tiende a resolver sus contradicciones internas en una relación permanente de modificación recíproca con el contexto”. ¿Qué parte nos importa hoy de esta definición? Esta idea de conjunto de operaciones materiales y simbólicas, entonces podríamos decir que el mundo interno es un conjunto de operaciones simbólicas.  Entonces ¿qué es más concreto,  o más múltiple? ¿Qué es parte y qué es todo? ¿la conducta o el mundo interno?. La conducta ya que es el ocnjunto del  hacer material y simbólico de un sujeto. Parte de esa conducta es lo que llamamos mundo interno, ese conjunto de operaciones simbólicas. Las operaciones simbólicas o los movimientos del mundo interno preparan la acción a veces, o a veces la sustituyen, y en lugar de una acción hay un procesamiento simbólico o subjetivo.

¿Qué es el mundo interno para Pichon Rivière? Voy a empezar por dos definiciones. Una es una “reconstrucción de la red vincular externa”, otra es la “crónica interna de la realidad externa”. Vemos que es un orden de representaciones psíquicas   que emerge en el interjuego de dos órdenes materiales,  objetivos, que son por un lado el cerebro  -porque no se conoce producción simbólica que no esté vinculada a la función de un cerebro humano- y las relaciones sociales o orden histórico-social. Es decir que en el cruce de estas dos realidades objetivas emergen estos símbolos, estas representaciones que llamamos mundo interno. El mundo interno    es definido como escenario, como espacio interno que contiene una multiplicidad infinita de personas, vínculos, roles, objetos, podríamos agregar objetos estéticos, paisajes y objetos significativos. Lo de paisajes hace alusión la idea de ecología humana interna, que significa que  el habitat, el paisaje también se interioriza.

Todas estas cuestiones que le dan forma o contenido concreto al mundo interno son constatables a partir de distintas producciones en las cuales se objetiva ese producto. Cuando Joan Rivière estudia todos los poetas y lo que dicen,  está buscando formas de constatar esta idea de contener a otros en nuestro propio interior. Se podrían buscar distintas obras, pero la obra de Atahualpa Yupanqui es una excelente constatación de esa dimensión ecológica, porque Yupanqui habla de la luna, del sol, del cerro y distintas cosas en términos de personificación de esas cosas. Porque esta es otra idea que es que toda la internalización del mundo, en el caso de los hombres, siempre está mediada por la relación con las personas. Y esta es una idea que la decía Carlos Marx en el siglo pasado, decía que el hombre no internaliza el mundo natural como es, siempre esa internalización se da a través de un  prisma  que son  las relaciones con los otros hombres. Por eso cuando Yupanqui habla de la luna no sólo habla de la luna, es posible que a la vez esté hablando, simbólicamente, de otra cosa.  O cuando habla del cerro seguro que habla del cerro pero también debe hablar de otras cosas, porque la experiencia con otros hombres es muy determinante de toda la internalización. Lo que no niega una eficacia concreta al paisaje. Quiero decir lo que no quita que estar en algún ambiente como por ejemplo andando en bote por el Tigre o por el Riachuelo tenga efectos específicos, pero sigue dándose esa relación con las relaciones sociales.

Como decíamos, todos estos vínculos interiorizados, estas tramas de relaciones guardan relaciones de articulación y de fragmentación, de unidad y de diversidad interna, en el propio mundo interno, y por otro lado siempre en relación a una situación. Y esa relación de unidad, diversidad, de dispersión y unificación, siempre implica la presencia del sujeto en una posición específica. Esta idea de posicionamiento, idea que tiene que ver con la idea de posición depresiva y esquizoparanoide o instrumental, pero acá la ampliamos más. O sea, no sólo un posicionamiento con relación a si el mundo está integrado o está disociado, si está en posición depresiva o esquizoparanoide o instrumental, sino que siempre hay un posicionamiento del sujeto o del self, del  núcleo del Yo ó estratega interno con relación a todos esos objetos internos. O sea que estamos nosotros, están nuestros objetos internos, pero está una posición de nosotros hacia esos objetos, y por supuesto de esos objetos hacia nosotros. Todo ese orden representacional determina aspectos de la conducta de los sujetos, y que a su vez ese orden representacional es determinado por la actividad del sujeto.

Lo que se interioriza es una experiencia, y cuando uno dice que se interioriza una experiencia es una experiencia en en seno de la cual  el sujeto tiene una práctica Es decir que toda interiorización de experiencia va a estar íntimamente ligada con la práctica social concreta de los sujetos. Por eso la idea de que los sujetos interiorizamos toda la sociedad que decía Mead es discutible. Porque habría que ver cuál es la práctica social nuestra y podríamos hacer una hipótesis de que una práctica social fragmentada en cuanto a los lugares de esa estructura social en la que se contacta, va a dar una inscripción o una representación psíquica también fragmentada. Es decir que ese moverse por el mundo, esa acción práctica es fundamental. Pichon-Rivere decía es una dimensión escamoteada de todas las teorías psicológicas, aún de la que consideraba más coherente, el  psicoanálisis.  Él dice que no consideran este factor de que el hombre es siempre un hombre haciendo algo en unos lugares sociales o en otros lugares sociales y por lo tanto inscribiendo, en función de esta práctica específica,  distinto su experiencia subjetiva. Me acordaba algo ahora, no sólo en qué lugares sociales sino desde qué posicionamiento, cuando Ana Quiroga estudia los últimos 10 años y dice que la crisis social puede ser crisis del sujeto pero no que es irremediablemente crisis del sujeto. Está diciendo que hay un orden social y no es lineal la determinación que va en la dirección  crisis social -crisis del sujeto. Porque el sujeto tiene un carácter activo,  lo que le permite procesar esa crisis social y no entrar en crisis él, o entrar en crisis en una forma más suave, o entrar en crisis pero superar la crisis. También debe tenerse en cuenta qué distinto es el pronóstico de una situación subjetiva ante situaciones catastróficas o crisis vitales cuando los sujetos la enfrentan activamente respecto de cuando  la reciben pasivamente.  Cuando los sujetos que sufren eso logran organizar conductas de respuesta el daño psíquico posterior es muchísimo menor, un posicionamiento activo y protagónico es una actividad que es preventiva porque va a producir un daño muchísimo menor con posterioridad. Es decir, estoy insistiendo en la idea de posicionamiento del sujeto con relación a ese proceso de internalización y de práctica social.

Sigamos con las formas como Pichon define el mundo interno y la fantasía inconciente, que es no sólo crónica interna de la realidad externa sino también una estrategia inconciente de satisfacción de una necesidad. Entonces la organización de ese mundo interno y de la fantasía inconciente implica una estrategia inconciente de satisfacción de una necesidad. Esta idea de estrategia inconciente tiene mucho que ver con la idea de cancha interna, escenario interior en la cual, dice Pichon, se juega anticipadamente el partido. Así como en el fútbol se juega en el pizarrón en la semana lo que se va a hacer en la cancha el domingo, en el mundo interno hay una planificación inconciente, por eso decía la cancha interna aludiendo al fútbol.

Tenemos entonces un orden representacional que permite cierta inscripción del mundo externo y en el que están presentes las necesidades de los sujetos, sus fantasías, sus temores, los sentimientos de amor y odio, las vivencias de placer y de frustración. Yo dije que en ese mundo interno había relaciones de unidad y de diversidad, o de integración y dispersión. Podríamos agregar otras relaciones muy presentes en la configuración del mundo interno que es toda la relación entre la objetivación y la subjetivación, es decir cómo lo objetivo se hace subjetivo y cómo lo subjetivo se exterioriza en producciones objetivas. En otros términos de proyección e introyección permanente. Podríamos también llamarles  procesos de objetivación y subjetivación en esa compleja relación de lo real y la representación de eso real. En el mundo interno hay una relación también dialéctica de permanencia y cambio, de aspectos más permanentes y de aspectos más en cambio. Hay una relación de aspectos históricos y actuales, hay movimientos de progresión y de regresión. Y esto es parte de una idea de avances y retrocesos, porque también el movimiento de ese mundo interno acompaña el movimiento más general de la conducta en la cual hay alternativas de aproximacion y alejamiento con relación a la resolución de las necesidades. Esto se  describe con la imagen del  zig-zag, que implica pensar que el desarrollo no es algo lineal sino más bien en zig-zag. Y por otro lado momentos de regresión, que son los momentos en los cuales uno abandona las formas más racionales y concientes de pensamiento y se utilizan mecanismos irracionales que tienen también función cognoscitiva ya que por ejemplo la intuición es un parte del los medios de que dispone el sujeto para conocer.    Entonces estarían por un lado  las estructuras más progresivas, más vinculadas a los desarrollos más concientes, al estado de  alerta cerebral, cuando funciona  a veintipico de ciclos, o distintas formas de lo que se llamó pensamiento racional a falta de mejor palabra, y formas de pensamiento más irracional, más inconcientes, más vinculados a procesamientos que el cerebro registra con ondas lentas que se llaman theta.  Quiero decir todo ese aspecto que se llama a falta de mejor palabra, irracional. Pero quiero decir que hay una contínua alternancia y compleja dialéctica de esos dos momentos, el racional y el irracional y que tienen por escenario la dinámica del mundo interno.

En la enfermedad hay cierta consolidación en formas regresivas de procesamiento de las cosas. En la creatividad hay contacto con formas regresivas de las cosas y salida a formas prospectivas de expresión de eso regresivo. Cuando Pichon Rivière dice que Picasso en cada obra sucesiva se fue contactando cada vez con lo más arcaico de su propia vida, dice entró en contacto con lo regresivo, inconciente, etc., pero pudo salir y hacer una obra de arte. En el caso de la enfermedad hay algo parecido que es ese movimiento regresivo que Uds. habrán escuchado como depresión regresional cuando se ve teoría de la conducta.  En el caso de la salud se produce esa depresión regresional, o ese movimiento hacia la regresión, pero la salida es creativa y hacia lo prospectivo. Pero la salud implica también esa alternancia de movimientos progresivos y regresivos. Ya dije movimientos de integración y dispersión, de fragmentación y unión, de división y agrupación. Así como movimientos de estructuración, desestructuración y reestructuración; desarrollo, despliegue y transformación; movimientos que en términos generales van de lo simple a lo complejo; siempre estoy pensando en el mundo interno, de organizaciones menos desarrolladas a más desarrolladas, de lo más rudimentario a lo más evolucionado, movimientos de continuidad y discontinuidad en esa historia del mundo interno, movimientos de acumulación y de salto cualitativo, donde hay no sólo continuidad sino ruptura y avance a saltos o saltos dialécticos, como por ejemplo el pasaje del objeto parcial al objeto total. No es la sumatoria de un montón de objetos parciales lo que nos permite hacer un objeto total. Es decir, no es la configuración de las cositas parciales que vamos encontrando por la vida lo que nos permite por sumación construir un objeto total. Hay un momento que hay una ruptura y pasamos de la multiplicidad lo más rica posible de cosas parciales a una nueva unidad. Pero ahí  hay un salto, hay un despegue.

Ya hablé de momentos de zig-zag, de momentos de avance y retroceso. Y creo que es aspecto  más polémico respecto del mundo interno es el que se refiere a los momentos  de equilibrio y desequilibrio. Polémico sobre todo si uno plantea que el desequilibrio es lo fundamental, es decir que el mundo interno tiene momentos de equilibrio y la forma general de ser es el desequilibrio. Esto no sólo lo constata la práctica sino que además es una forma de entender el pensamiento dialéctico en que se basa Pichon Riviére cuando conceptualiza, desde muy temprano pero explícitamente en los últimos 20 años de su obra. Porque uno a veces cree que ser dialéctico es decir está el factor A y entonces uno dice si, pero está el factor B, y entonces ya está, hay equilibrio de nuevo, estamos todos tranquilos, tu punto de vista, mi punto de vista, está conjugado todo. Y se produce una situación de inmovilidad. Pero si lo esencial es el movimiento desde el punto de vista del pensamiento dialéctico desde Heráclito hace 25 siglos, hasta Hegel y hasta Marx, y Sartre, si lo principal es el movimiento,  es porque el desequilibrio es lo absoluto, lo principal; y el equilibrio es lo relativo y lo condicional. Justamente porque el movimiento es lo absoluto. Y en realidad esa pseudodialéctica que se presenta cuando uno dice «veo tal cosa» y otro le dice «si pero está tal otra» es sólo un momento del conocimiento dialéctico que si queda ahí se convierte en un pensamiento ecléctico. El pensamiento ecléctico  dice está esto, está equello y aquello otro y  punto. Cerró ahí la investigación, reconoce la diversidad, cosa importante, en eso le gana a pensamientos lineales o esquemáticos, por ejemplo cuando Platón dice es el alma y el cuerpo es una cosa secundaria de esa alma, no está reconociendo esa diversidad. Parte de la idea de que el cuerpo  es una deformación de ese orden perfecto que espiritual, está dando una idea que no es ecléctica, que no reconoce la diversidad. Nosotros vivimos en una época que es bastante ecléctica, que reconoce la diversidad pero no opina sobre esa diversidad. La dialéctica sí dice que de toda esa multiplicidad hay un aspecto que es el principal y que es el que le da dirección al conjunto. Entonces dos ideas, esta que además es una idea de la dialéctica donde predomina el desequilibrio y el movimiento, ya que la quietud no existe desde el punto de vista de la dialéctica, la quietud es un movimiento más lento. Lo que se mueve más lento es lo que uno le llama quietud o inmóvil.

Se podrían sintetizar dos características centrales del mundo interno o del grupo interno, historicidad, de lo que venimos hablando; y el ser un sistema abierto en interrelación permanente con el mundo externo. Historicidad justamente tiene que ver con un contínuo de experiencias en las cuales los sujetos vamos interiorizando el mundo externo. Tiene que ver también con los juegos de progresión y regresión y con una particularidad que se da en el mundo interno que es la coexistencia de tiempos, en la inscripción de los sucesos vividos pueden vivirse como coexistentes cosas que sucedieron en momentos muy distintos. Y esto tiene que ver con que cuando se dice que el grupo interno es un sistema abierto en permanente relación con el mundo, también se dice que es un sistema en permanente relación consigo mismo y de procesamientos y movimientos. Movimientos que Ana Quiroga llama dialéctica interna y nombrando aspectos como redefinición de lo interno, resignificación, reparación, simbolizaciones, personificaciones, la presencia de distintos tiempos, la coexistencia de códigos regresivos con códigos menos regresivos. Y toda la operación en ese mundo interno de las técnicas del Yo, tradicionalmente llamados mecanismos de defensa, técnicas del Yo o técnicas instrumentales, son técnicas, mecanismos inconcientes, no voluntarios, que operan en el campo de las representaciones del mundo interno. Las técnicas son operaciones que sucedena nivel de las incripciones psíquicas, una se disocia de otra, entonces nosotros como sujetos nos relacionamos con uno de esos dos aspectos. Por ejemplo, para hablar de la disociación, algo que está inscripto en el mundo interno no es reconocido como propio y es visto afuera, proyectamos. De pronto un objeto internalizado pasa a tener una significatividad muy especial que parece echar sombra sobre todo el resto de los sujetos internos. ¿Qué hacemos ahí?. Idealizamos. O lo contrario, un objeto significativo interno pasa a tener una representación de algo empequeñecido. Otro mecanismo que si bien Pichon no lo nombra existe y es la denigración, que es lo contrario de la idealización. Hablando de esto en el campo terapéutico, me acuerdo de alguien que decía mi mamá mide 3 metros y yo todavía no llegué a 1 metro de altura, y lo decía porque tenía la imagen de eso,  me estaba haciendo una analogía, ella sentía eso. Evidentemente una mamá de 3 metros es una mamá idealizada.

Y de las formas de articulación que toma ese mundo interno por la operación de mecanismos instrumentales se derivan no sólo conductas específicas sino toda la organización de patologías distintas que tienen que ver con articulaciones de distintos mecanismos de defensa, con lo que hace el sujeto con sus ansiedades. Cuando decimos que la historicidad es un rasgo del mundo interno estamos pensando en términos de Continuidad Genética y Funcional, digo para relacionar esto del mundo interno a teoría de la conducta. Creo que es necesario hacer un esfuerzo de interrelación de estos aspectos de la teoría de Pichon ya que tienen una íntima relación. La teoría de la estructuración del psiquismo como mundo interno es, como dijimos al comienzo, un aspecto de algo más complejo que es la conducta. La conducta, Uds. recordarán, la sana o patológica, tiene cuatro principios y tres nociones. Uno de esos principios es el de Continuidad Genética y Funcional y el de Policausalidad. Estos dos son los más relacionados al carácter de histórica de la inscripción psíquica. Cuando en la Policausalidad se hace alusión a las experiencias previas al nacimiento, a la relación de lo genético y lo adquirido en el útero, al nacimiento y las primeras experiencias infantiles y a los factores actuales; se está hablando justamente de una historia de factores y el cauce de eso.

Y la idea de sistema abierto, esta idea de que el mundo interno es un sistema en articulación con el mundo externo y en sí mismo, con movimientos en su interior y con el mundo externo, está más vinculado con la idea de Pluralidad Fenoménica y a la idea de Movilidad de las Estructuras. Recuerdan esa idea de que un mismo sujeto en distintas situaciones va teniendo distintas estructuras desde las que se relaciona. La teoría del sistema abierto también tiene que ver con la noción de vínculo, que es una de las tres  nociones de la Teoría de la Conducta: vínculo, rol y portavoz.

El grupo interno también fue definido como infraestructura del pensamiento, el sentimiento y la conducta observable. Qué quiere decir esto. Infraestructura es un concepto que hace alusión a superestructura, es una estructura que tiene una parte topológicamente  superior y una parte inferior. En términos prácticos, que siempre son los primeros, quiere decir que cuando uno estudia el pensamiento, el sentimiento y la conducta observable, tiene que estudiar su infraestructura. Es decir cuál es su infraestructura, la estructuración y dinámica del mundo interno. Vuelvo a decir, cuando uno estudia el pensamiento de una persona, su sentimiento y su conducta, gran parte de la explicación de eso la va a encontrar si estudia la estructuración, la dinámica, el movimiento de su mundo interno, o la forma en la que inscribió su historia. Es decir, volviendo al ejemplo que contaba hoy, cuando alguien no puede dar exámenes y subyace a eso la representación de una mamá de 3 metros y un hijo de 1 metro, podemos decir que la conducta observable es la que hace a lo superestructural, pero que tiene una infraestructura que es una forma de inscripción del otro, en este caso la mamá, en el mundo interno. La idea de infraestructura está muy ligada a causa. Es una idea que viene de distintas teorías, en Marx por ejemplo cuando estudia la teoría de la historia,  dice que la superestructura política, jurídica, cultural, tiene relación con una infraestructura económica y productiva. Dice Marx que la última explicación de los fenómenos culturales y el desarrollo evolutivo y cultural de la humanidad está en la historia y el desarrollo de las formas en que los hombres se relacionan para producir. Porque la necesidad de producir la vida material es más determinante que los otros fenómenos humanos. Está diciendo que hay un orden superestructural que tiene un fundamento en una infraestructura. Se podrían buscar más ejemplos porque está usado en distintas ciencias.

Tomemos otro aspecto. El mundo interno es escenario, continente, encuadre interno, cancha interna, dimensión ecológica. Una poesía de una persona internada en un hospital psiquiátrico decía  estoy en un envase que está en otro envase. Es decir estoy en un loquero que está dentro de una sociedad. Después en un paciente de otro hospital encontré dibujado eso mismo, la idea de un envase y personas adentro de ese envase. Es una idea claustrofóbica como hay pocas. Pero aparte es una fantasía de cómo está estructurado ese mundo interno, como un escenario y está lo que sostiene a lo que ocurre, un ámbito ecológico también. Bion que es un autor importante de este siglo habla de la idea de continente, y un contenido. Cuando Winnicott habla de sostén o holding habla de lo mismo, de la idea de continente. Cómo se construye el holding, en la experiencia de sostener al bebé. Ese encuadre, ese continente se internaliza, no sólo es una experiencia con el mundo sino que tiene un grado de eficacia en el mundo interno. ¿Cómo se sabe eso?. En gran parte por lo que pasa en las rupturas de encuadre, cuando uno se muda que en general todos nos  ponemos bastante locos, porque hay un espacio exterior que se modifica que tiene correlación con un espacio interno que se desestructura.

Entonces mundo interno como escenario, continente, encuadre interno, cancha interna, dimensión ecológica, argumentos, dimensión dramática, personajes, personas, vínculos, roles, objetos  significativos que siempre son personificados, paisajes, y entre esos objetos los objetos en su dimensión estética o los objetos estéticos. Todo ello configurando una escena interna – que puede ser planteado como el concepto que abarca a todos los demás-  en la cual las necesidades tienen un papel estructurante así como el  posicionamiento del sujeto – en tanto estratega y planificador de la satisfacción-   con  relación a ese mundo interno,  esas necesidades y el mundo externo.

¿Para qué sirve el mundo interno, qué funciones tiene?. Tengamos en cuenta  algunas.    Una es representar lo vivido, permitir al sujeto una estrategia de adaptación activa con relación a su mundo. Posibilitar esa tarea que es modificarse pero al mismo tiempo no modificarse, todos esos  movimientos del mundo interno también trabajan en la idea de modificarse lo necesario para cambiar en función del cambio de las cosas y de uno mismo, pero también no modificarse más allá de lo que sea soportable por sí mismo, entonces hay todo un mecanismo de procesamiento simbólico con  relación a eso. Los procesamientos de ansiedades básicas, los miedos al cambio que tienen que ver con esto mismo que decía recién, tienen funciones de reparación de escenas internas, de aspectos que se viven destruidos. Y en términos muy generales preservar lo bueno y controlar lo malo. Las alteraciones o movimientos particulares entre el mundo interno y el mundo externo son la transferencia, la proyección. La transferencia es cuando se sobreimpone a la escena externa en el aquí  y ahora con tales personas, otra escena interna vivida en otro momento, con otras personas, en otro lugar. Entonces el mundo interno «copa», tiñe excesivamente, linealmente la escena externa que es vista a través del prisma de una escena pasada. La proyección es cuando algún rasgo del propio sujeto es atribuído u otro  sujeto, cosa o persona del mundo externo. Otra vez hay algo del mundo interno que se sobreimpone a lo externo marcando un grado de distorsión. Todas las operaciones que el Yo, el Self o los sujetos hacen con su mundo interno, cuando decíamos disocian, etc.,. siempre tiene consecuencias en los vínculos con los otros. Inclusive al revés, toda operatoria con un otro implica una modificación en la operatoria con las representaciones internas. Con lo cual nunca se puede disociar la relación que el sujeto tiene con su mundo interno y con el mundo externo.  Un sujeto que disocia psíquicamente es un sujeto que actúa disociadamente en relación a otro, como un sujeto que niega un contenido de su mundo interno seguramente va a tener un efecto en relación a los otros.

Una relación más, ahora entre  mundo interno y adaptación activa. Adaptación activa, criterio de salud en Pichon Rivière, equivalente a creatividad, a aprendizaje, a salud, a conciencia crítica. La idea de adaptación activa es que el sujeto es sano en tanto aprende la realidad desde una perspectiva integradora y tiene capacidad para transformar esa realidad modificándose a la vez él mismo. El sujeto está en tanto aprende la realidad haciendo una  crónica interna de la realidad externa. Hay algo de la relación con lo real que tiene que ver con la salud, con la adaptación activa. Pero aprende la realidad desde una perspectiva integradora, y estuvimos hablando del posicionamiento del sujeto con relación a sus objetos internos y al mundo. Es decir que es un aprendizaje desde una posición específica del sujeto. Y capacidad para transformar tiene que ver con varias cosas. Por un lado con el hacer propio del sujeto pero también con la capacidad de transformar que es la única referencia válida para evaluar la adecuación, coincidencia o correspondencia de la representación psíquica y del mundo externo. ¿Por qué la salud es transformar el mundo? Por qué una interpretación se comprueba en la acción, en la práctica. Es la misma idea en otro campo. Es porque la adecuación de la inscripción psíquica al mundo externo se va a comprobar en una relación de transformación con ese mundo, y en términos generales podríamos decir que un sujeto que logra transformar el mundo transformándose a si mismo va a tener una flexibilidad en los mecanismos de proyección-introyección, externalización-internalización, es decir en la dialéctica mundo externo-mundo interno.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.